Consciente de la tremenda muerte,
Del engaño.
Te mentiré por la mañana,
Mientras estemos muertos.
Mientras creas respirar,
Correremos buscando el extremo del viaje
Infinito y todo gritará nuestros nombres.
Te mentiré por la mañana, mientras sueñas que despiertas,
Haciéndome sentir como si nunca hubiera nacido.
Entonces conocerás tu propio nombre y cuando despertemos
No habrá pasado nada
Y seguiremos muertos.
Y es que nunca, nunca pasa nada. Y aún seguimos muertos. O quizá sea solamente que nunca nacimos. Pero, resulta que al final, sí que existía.
Creo que ahora lo entiendo, aunque a mi manera, supongo. Pero, ya lo hablamos, es mejor que un texto sugiera muchas cosas y que cada lector lo interprete a su manera (que no es lo mismo que que el texto no sugiera nada y el lecto tenga que inventárselo).
ResponderEliminarOjalá siguieras escribiendo.